- País: España
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Cuando éramos niños, nos llamaban la atención los colores. Mientras más brillantes, mejor; y mientras más variedad de colores, más emocionante. Los arcoíris, los cuentos infantiles, las ropas de colores vivos de la gente adulta, etc. Nuestra mente es visual y nos deleitamos con el juego cromático desde que empezamos a hacer uso de razón. Eso no cambia cuando crecemos, aunque, ya de adolescentes, empezamos a ver el uso de los colores como una manera de desmarcarse del resto de la gente, de buscar nuestra identidad y tal vez de encontrarla. Nuestros colores favoritos en ocasiones son una elección inconsciente, pues lo son porque los asociamos a algo que nos encanta. Tal vez al azul del mar al que vamos a nadar a menudo, o al marrón de un estampado de leopardo.
Por eso, en la actualidad, en un mundo informatizado, digitalizado e interactivo, un mundo en el que disponemos de tantísimo entretenimiento visual a través de internet, es fácil reproducir el comportamiento que teníamos cuando éramos pequeños o adolescentes. Es fácil encandilarnos de aquellos entretenimientos y esas formas de ocio que nos llaman visualmente la atención. Los casinos online, por ejemplo, tienen una estética colorida que nos recuerda al neón nocturno de Las Vegas y de cualquier gran ciudad que disponga de casinos como centros de diversión. En ellos, además, podemos apostar y jugar a múltiples diversiones, con lo cual, sin darnos cuenta, asociamos una gama de colores viva y heterogénea, al entretenimiento.
Porque no cabe duda de que una ruleta online es entretenida. Un dispositivo lleno de colores que podemos girar y que nos produce excitación infantil cuando no sabemos en qué va a desembocar. Un juego que nos hace soñar con ganar un premio, con jugar con un futuro que aún no conocemos. El mecanismo del juego en sí es lo que nos produce esa emoción de diversión, pero también la manera en que lo vemos. Su forma, sus colores, los dos aspectos combinándose entre sí de manera atractiva. En fin, el mundo nos entra por los ojos más que por cualquier otro sentido, eso está claro.
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